A los tres días de volver a la guardería después de quedarse una semana en casa, Mateo volvió a enfermarse. El viernes de la semana pasada empezó con vómitos, luego diarrea, y de ahí vinieron nuestros amigos los mocos y la tos. Esto nos llevó a tomar la tan postergada decisión: a partir del lunes se quedará en casa con una cuidadora por tiempo indefinido.
El primer mes de guardería fue relativamente bien, pero a inicios de octubre -después de varios días con mocos y tos- cogió una bronquitis. A partir de ese momento ha ido enganchando un virus tras otro. Al recuperarse de la bronquitis cogió un fuerte resfriado, luego un virus al estómago con muuuchos vómitos, otra resfriado, otra bronquitis y finalmente lo del fin de semana pasado, de lo cual aún no se ha recuperado del todo.
No ha sido fácil tomar esta decisión. Por un lado estábamos contentos con la guardería, y nos parecía que Mateo también lo estaba -de hecho, me da un poco de pena que se pierda las actividades y el día a día con sus compañeritos-, y por otro lado, siempre he tenido ciertos reparos en dejarlo solo durante ocho horas con una persona que no sea de la familia. Pero esta situación no nos permitía vivir tranquilos, y creemos que la decisión que hemos tomado es lo mejor para él, y por lo tanto, para todos.
Pienso que no es bueno ni justo para él tener que soportar un virus tras otro, y por consecuencia, medicamento tras medicamento. Sé que con este cambio no vamos a evitar que se enferme, y soy consciente de que ésta es la única manera que tienen los niños de ir creando defensas, pero sinceramente espero que la frecuencia de las enfermedades disminuya y que las defensas las vaya creando poco a poco, y no de golpe como ha pasado en estos últimos 2 meses.
En paralelo, el pediatra le ha mandado a hacer análisis para ver si no necesita algún tipo de refuerzo, porque cuando le comenté a la profesora que dejaba la guardería me dijo: "Es que lo está pasando muy mal, es el que más se ha enfermado de todos. Quizás tiene las defensas bajas".
Por otro lado, estoy segura que papá y yo vamos a estar más tranquilos. No sólo al verlo mejor de salud, sino que de este modo no tendremos que rompernos la cabeza día tras día pensando cómo nos organizamos para que Mateo pueda quedarse en casa. Como comenté anteriormente, mis suegros estuvieron un tiempo de visita, y ellos nos ayudaron cuando el enano se puso enfermo, pero ahora que se han ido y estamos nuevamente solos los 3, nos está resultando bastante complicado organizarnos.
Estos últimos días papá y yo nos hemos cogido días de vacaciones para quedarnos con él, pero esto es algo que podemos hacer puntualmente y no de forma continua. Así que a partir del lunes Mateo se quedará con una cuidadora. Afortunadamente, es una chica que conocemos bastante bien, tiene experiencia cuidando niños pequeños y es muy cariñosa con mi enano. ¿Durante cuánto tiempo se quedará en casa? No lo sé. Prefiero esperar que pasen los meses de más frío y darle la oportunidad a su cuerpo de que se recupere.
Ya iré contando cómo nos va con este cambio.
¡Feliz domingo!